Y SIN EMBARGO #26
uroborus

La capacidad de adaptación humana como causa y consecuencia.

¿Cambiamos el entorno para dar soluciones y después nos adaptamos al cambio, o cambiamos sólo porque somos capaces de adaptarnos?

¿Cuándo y cómo se invirtió la relación según la cual las máquinas aspirarían a la condición humana, para en cambio tomar -cada vez más- imágenes del mundo mecánico-digital y emplearlas en nuestra propia descripción?

La tecnología como instrumento para la auto-saturación. ¿Hasta dónde somos capaces de absorber? ¿Cuánta virtualización soporta el hardware humano?

El problema de la densidad (densidad en el tiempo y el espacio), una densidad frente a la cual uno avanza convirtiéndose en un autómata funcional, filtrando el exceso de colores brillantes, el exceso de sonidos alarmantes, la saturación de productos en los comercios, de redes y de “amigos”, de “eventos” y “contenidos”, de trabajos y funciones. ¿A fuerza de mercado hemos saturado los sistemas al punto de volverlos inhabitables?

La farsa saturada, de grasa, de estilo, de piel que se estira, de burdos maniqueísmos, de carencias sin prosodia, de tildes obcecadas, de verbos sin gracia, de ruido en do mayor, de miel o carbón.

En (o dentro de) un juego o mecanismo siniestro en el cual (o según el cual) nuestro objetivo es cumplir con todos los objetivos, vivir “a tope”, ser “eficientes y competitivos”. ¿Alguien (¿quién?) regula o dirige este proceso?

Dialemáticas emergentes: hombre/máquina, transformación/saturación. Dualidades que son en el fondo la misma, considerando al hombre como el campeón de las transformaciones y a la máquina como el instrumento de la saturación.

¿Seducción de un mundo que a causa de sus ventajas nos arrastra hacia su lógica?

La “saturación”; definida como una situación en la cual las soluciones se han transformado en problemas, lo probable se realiza cada vez menos, y lo improbable sucede más y más.

Uroborus, ouroborus.

jef Safi : pages 53 . . 58.